jueves, 17 de diciembre de 2015

Por Juancito Sport sí; por otros no

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

La igualdad como principio universal de la convivencia de los seres humanos, continúa siendo un asunto de desigualdad ya no solo observable entre los vivos, sino también entre los muertos.

Y cuando de rendir honor nacional se trata, lo menos que se toma en cuenta es lo honorable que haya sido alguien: si fue un empresario de los juegos de azar enganchado a político en una asociación de malhechores como lo es el PLD, es suficiente. Por Juancito Sport sí; por otros no.

No se ha decretado ni se decretará duelo nacional en honor a Jhomaylen Mañón, el atleta, luchador olímpico, asesinado por un delincuente para despojarlo de 35 mil pesos y de su arma de reglamento que portaba como miembro de la Fuerza Aérea Dominicana, una institución desde la cual el Gobierno abusa de nuestros militares a través del pago de sueldos miserables.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor a Zuleyca Ponciano Solano, la oficial del Ejército Dominicano, que era escolta de la hija menor de Danilo Medina y que fue asesinada por un delincuente para despojarla de su arma de reglamento.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor a Mercedes del Carmen Báez Torres, la oficial de AMET que fue asesinada por un delincuente para despojarla de su arma de reglamento.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor al coronel Cesar Augusto Ubrí Boció, asesinado por un miembro de la Policía Nacional para despojarlo de su yipeta que luego sería recuperada por partes en un negocio de ventas de piezas usadas para vehículos.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor al teniente coronel Pedro de la Cruz de la Cruz, asesinado por “nadie sabe quién ni por qué”, porque la Policía, al único que señaló como el responsable del hecho de sangre lo conminó públicamente a que no se entregara y en pocas horas lo acribilló a balazos y san se acabó.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor a Ramón Argenis Guerra Florián (secuestrado y asesinado “nadie sabe por quiénes” pero sí por qué), occiso que, en su labor como encargado de las cámaras de vigilancia del Puerto Multimodal Caucedo, descubrió un cargamento de drogas que resultó ser de Arturo del Tiempo Marquez, socio del PLD y amiguito personal del entonces Jefe de la Policía Nacional, Rafael Guillermo Guzmán Fermín.

Tampoco se decretó duelo nacional por las muertes de 11 niños en un solo fin de semana en el Hospital Infantil Robert Reid Cabral, a causa de algo que le resultó tan difícil a las autoridades, como el suministrar a tiempo el oxígeno que necesitaban esos inocentes para preservar sus vidas.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor a Franchesca Lugo, la joven de 18 años de edad que fue asesinada por miembros de la Policía Nacional que intentaban asaltarla para despojarla del carro en el que se desplazaba con su novio y un hermano de éste cuando regresaban de trabajar, en horas de la madrugada, hace pocos meses.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor a los niños violados y asesinados por la Iglesia católica del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y el obispo Ramón Benito de la Rosa y Carpio, hecho acontecido hace poco tiempo en un orfanato que funcionaba en la comunidad de San Rafael del Yuma, en Higüey.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor al pueblo dominicano, cuando Danilo Medina ganó las elecciones en 2012 a expensas de un déficit fiscal de más de 200 mil millones de pesos, que provocó una reforma fiscal que empobreció aún más a cada ciudadano dominicano o extranjero radicado en nuestro país.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor al pueblo dominicano, cuando el Ministerio Público, representado por Yeny Berenice Reynoso, se negó a investigar la denuncia de corrupción contra Leonel Fernández.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor al pueblo dominicano, cuando el Congreso aprobó “sin leer” el Contrato Barrick Gold-2009, mediante el cual nos estafó a todos regalando al forastero nuestro oro.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor al pueblo dominicano, cuando la Procuraduría General de la República, en contubernio con el Poder Judicial y tras una chicana jurídica, se aseguró de legitimar los miles de millones de pesos que Félix Bautista sustrajo del erario.

Tampoco se decretó duelo nacional en honor al pueblo dominicano, cuando recientemente dejó por fin de ser un secreto a voces, que las Altas Cortes y la Suprema Corte de Justicia están conformadas por delincuentes de la toga y el birrete, vestidos de jueces para defender los intereses de los ladrones, de los mafiosos que se hicieron dueños del PLD que fundó Juan Bosch y desde donde dirigen el país al mejor estilo de la Cosa Nostra.

Tampoco se decretó duelo nacional para terapiar el trauma del pueblo dominicano tras haber presenciado aquel humillante espectáculo en el que su Primer Mandatario fue obligado, en público, a comerse un tiburón podrido.


jueves, 19 de noviembre de 2015

Carta abierta al señor Procurador General de la República

Francisco Dominguez Brito
Por Pedro Cabiya y Orbis Beltré

Estimado Procurador General de la República:

El papel de gilipollas, de palurdo, de zángano, de mentecato, de totón y de retrasado mental es uno de los más difíciles de interpretar, ya sea en las tablas de un teatro o en un set cinematográfico. Tom Hanks alcanzó altas cotas con su encarnación de Forrest Gump, al igual que Dustin Hoffman con su Rainman. Muy anteriormente, Peter Sellers ya había cosechado la gloria con su personaje de Chance en Being There, lo cual no podemos afirmar de Sean Penn en I Am Sam, película en la cual exageró su actuación logrando solo frangollar una olvidable caricatura. Acaso podríamos ampliar nuestro marco de referencia para incluir a Sloth, el tarado desfigurado en The Goonies, pero no hace falta. Todos ellos comparten el rasgo común que nos interesa discutir aquí: la inocencia. El candor. La puericia.

…el caso de Félix Bautista no fue más que una chicana jurídica…

Ninguno de los personajes arriba mencionados sabe la hora que es. Habitan un perpetuo estado mental y espiritual de bendita ignorancia. “Confunden el culo con las témporas”, como dijo Gabriel García Márquez, están en el aire, en babia, papando moscas, comiéndose los mocos. Sus aportes a los eventos en los que se insertan son accidentales. No es un cachú darle cuerpo a la enrevesada psicología de un zopenco, no señor… Pero a pesar de las obvias dificultades y escollos que ofrece la interpretación de este tipo de personajes, los que suscribimos esta carta abierta coincidimos en que usted se ha llevado la palma.

Por favor: no nos mande la fuerza pública a nuestras casas, no ordene nuestro arresto, no nos ponga a barrer la Plaza de la Bandera. No estamos diciendo que es usted un lelo, un badulaque, un tarugo o un imbécil, al revés: entendemos que es usted un letrado hábil, un intelectual profundo, un estratega frío, un ajedrecista despiadado y un legista astuto… ¡La enhorabuena se la damos por lo bien que sabe aparentar lo contrario!

¡Qué bien lo ha hecho y lo hace! ¡Cualquiera lo compra!

Hemos visto su lastimero plañir, sus lamentaciones, sus golpes de pecho, la rasgadura de sus vestidos y otras pantomimas de la resignación, y apenas podemos contener nuestro asombro. Ha perdido la confianza en el poder judicial, dice, no puede creer que hayan descargado a Félix Bautista, se siente impotente ante el imperio de la corrupción, usted se aboca a combatirlo pero, ¿qué se le va a hacer? Está maniatado, desamparado, amordazado. ¡Cuánta injusticia! En los ojos de quienes escuchan sus sollozos asoman gruesos lagrimones. Los despistados se compadecen, se solidarizan con su lucha incansable contra la malversación pública, lo tienen colgado del alma.

Nosotros no.

Nos permitiremos ahora explicarle por qué, a usted y a todo lector y lectora que comparta esta misiva, que está abierta a quien quiera leerla en pro de su edificación como ciudadano y ciudadana pensante de una democracia moderna. Por otra parte, nuestra teoría no es difícil de concebir y mucho menos de dilucidar. Creemos que ni siquiera es muy original; sin duda versiones de ella ya se incuban en las cabezas de los más despiertos en nuestro territorio.

En Derecho no debe esperarse nada bueno del azar…

Entendemos, señor procurador, que el caso de Félix Bautista no fue más que una chicana jurídica en la que usted, como jefe del Ministerio Público, estuvo dispuesto a hacer el papel de corderillo sacrificial. El artículo 146 párrafo 3 de la Constitución dominicana le allana el camino en la investigación al Ministerio Público en materia de corrupción pública, sí, pero toda prueba que no cumpla el debido proceso, conforme al artículo 69 numeral 8 de la Constitución, no es gananciosa en un juicio preliminar. Y eso es lo que ha sucedido; no es que las pruebas contra el encartado no puedan sostenerse y demostrar un hecho punible en un juicio de fondo; es que no cumplen el debido proceso, la formalidad, lo cual mueve a considerar la posibilidad de que haya sido pensado así a priori para que fuera este el resultado… A menos que se nos pida creer lo imposible: que el Ministerio que usted dirige, y usted mismo, son tan incompetentes que apoderaron a los tribunales de un expediente chapucero.

Y algo por el estilo debimos empezar a sospechar con el primer sometimiento, cuando la Procuraduría depositó el expediente rayando la hora de cierre, y no lo aceptaron porque debía haber sido presentado por triplicado. Algunos dirán que somos paranoicos, pero ¿no conocían ese requisito usted o sus subalternos?

Tampoco nos queda muy claro por qué usted no pidió la inhibición del juez Alejandro Moscoso Segarra en aquella inicial ocasión. Es muy curioso. En Derecho no debe esperarse nada bueno del azar; en Derecho no debe presumirse que nuestro interlocutor actuará con sensatez; en Derecho debemos provocar que las cosas resulten como deseamos que resulten. Moralmente podríamos condenar a Moscoso Segarra por no inhibirse voluntariamente. Sin embargo, desde la ética de la abogacía, la condena cae y recae contra usted, señor Procurador, por no accionar la inhibición de un funcionario judicial cuya imparcialidad usted, con todo el sentido común que se espera de un funcionario de su calibre y proclamado compromiso social, debió haber puesto en tela de juicio. La sospecha de la parcialidad de Moscoso Segarra se materializa a la larga aquel día en que, iracundo, Félix Bautista lo pone a usted como chupeta desde el banquillo de los acusados, delante de un indiferente Moscoso Segarra que, al serle cuestionada esa indiferencia ante el comportamiento furibundo, irrespetuoso y fuera de lugar del acusado en el tribunal que preside, responde con un error contextual: “El acusado tiene derecho a defenderse”.

No. Usted no le solicitó la inhibición a Moscoso Segarra. Otras organizaciones sí lo hicieron, en vano. La Procuraduría prefirió el silencio. La Procuraduría, pudiendo hacerlo, ni siquiera recusó a Moscoso Segarra, lo cual es aun más espeluznante, si se puede, puesto que solo la Procuraduría podía iniciar ese proceso y forzar el retiro de un juez ante la sospecha de su imparcialidad y prejuicio.

¿Había tal sospecha de imparcialidad? La había. ¿Existían vínculos afectivos, emocionales, sentimentales y de amistad que lo vinculaban con el caso? Indiscutiblemente. Usted entenderá, por lo tanto, nuestra perplejidad cuando lo vemos lamentarse ante el país por un resultado que usted mismo no movió un dedo para evitar, pudiendo haberlo hecho. Quien no impide la realización de un hecho inminente, estando en capacidad de impedirlo, ¿no es acaso cómplice de su realización?
¿Habrá sido un desliz? ¿Un error inocente? Nadie sabe, pero es inquietante ver que la charada vuelve a repetirse: Mariana Daneira García Castillo, esposa de su ayudante, Juan Arístides Madera Arias, es designada como la quinta jueza que decidiría la apelación del caso contra Félix Bautista. ¿A ninguna de la partes se le pasó por el magín que esto era a todas luces una impropiedad bestial?

No todo lo legal es justo, se quejó alguna vez Abraham Lincoln…

La palabra incesto acude a la imaginación. ¿Qué orgía es la que se ha organizado aquí? ¿Es que era absolutamente imposible designar a otra persona? ¿Debemos entender que en todo el territorio nacional no existía otro juez o jueza capacitada para esa labor y que debieron hacer de tripas corazones designando a la esposa de su ayudante personal? Lo mismo aplica para esta jueza lo que para Moscoso Segarra, puesto que, sea a favor o en contra de una de las partes, lo natural y más sensato hubiera sido que se recusara. Y esto debió ser así porque, utilizando la envidiable frase de la abogada Mary Álvarez Lam, “en presencia de tanta parcialidad lo justo es poco probable.”

¿Acaso debemos achacar todas estas oportunidades perdidas a la incompetencia? Usted desperdicia uno tras otro los recursos disponibles para obtener el resultado judicial que espera la sociedad, no hace nada por impedir que prospere la apariencia de impropiedad… ¿y luego llora porque el fallo no salió como usted deseaba?

Estos tropiezos suyos son demasiado recurrentes como para ser descartados como insignificantes. De hecho, han ido formando un patrón. Nos recuerda la abogada y activista Elizabeth Mateo, con su puntual y esquemática pasión: “Miren el caso OISOE. El Ministerio Público nunca solicitó prisión preventiva contra José Florencio ni Miguel Pimentel Kareh, pero la víctima sí. Obviamente el juez la rechaza porque el Ministerio Público es quien debe solicitarla”. No nos queda sino preguntar: ¿por qué no la solicitó?

Señor Procurador, somos de esas personas que no pueden desenchufar el cerebro, con lo cual, necesariamente tenemos que finalmente formular una pregunta general para ahorrarle, y ahorrarnos, la andanada de cuestionamientos en cada particular: ¿Sabe o no sabe usted lo que está haciendo? Ninguna posible respuesta a esta pregunta es halagüeña, porque si no sabe, quítese, y si sabe… bueeeeh…

La magistrada Miriam Germán generosamente se decanta por la primera alternativa, y lo ha dicho más claro que nosotros: “La posición de un juez no es cómoda, aunque se ame el oficio, y dependiendo de cómo se maneje el acusador, a veces (y no digo que este sea el caso), uno se ve en la obligación de tomar decisiones que pueden no gustarnos, las cuales pueden ser el fruto del manejo descuidado e impreciso del acusador en asuntos que está llamado a saber”.

Nos gustó esa frase: Asuntos que está llamado a saber.

Según la jueza, la acusación contra Bautista y otros “reúne una enorme cantidad de fojas, pero gran parte es una enumeración de bienes, se descuida el análisis del tipo penal y el encuadre de este en los hechos atribuidos a los procesados.” ¡Y esta letrada (al igual que Esther Agelán Casasnovas) emitió un voto disidente!

Alejandro Moscoso Segarra, ese mismo que dictó el primer “no ha lugar” a favor de Félix Bautista, actuó apegado a la filosofía del Derecho Procesal Penal. No quiere esto significar que el encartado, o sea, Félix Bautista, fuera y sea inocente de los hechos que se presume cometió. No todo lo legal es justo, se quejó alguna vez Abraham Lincoln cuando tuvo que firmar una orden de desalojo contra una viuda que había perdido su casa hipotecada. Pero la abogacía no es hablar fuerte ni hacer teatro ni gesticular ni mesarse los cabellos ni lamentarse ni hacerle chembita al país delante de las cámaras de televisión; la abogacía, el Derecho, se llama, así con mayúsculas, PROCEDIMIENTO. Y proceder conforme al debido proceso, eso fue lo que como ACUSADOR no hizo usted, señor Procurador, a pesar de ser un abogado veterano.

¿Cómo podemos entender esto? ¿A quién le cabe en la cabeza?

Todo el que tronó contra Moscoso Segarra debería disculparse públicamente…

Es bueno siempre dudar, claro que sí, pero nos sentimos en la obligación de insistir en la tesis de que todo esto se trató de una emboscada contra la sociedad, principalmente, repetimos, porque nos rehusamos a creer que usted sea un sangalolo que no sabía lo que estaba haciendo. Todo el que tronó contra Moscoso Segarra debería disculparse públicamente; nosotros hoy lo hacemos, no porque él sea una buena persona, no porque él no sea parte del circo, de la mojiganga, del sainete, de la chicana jurídica, sino porque como juez decidió en consonancia con la ley, y así debe ser, aunque la justicia resulte burlada tal y como ha sucedido.

Señor Procurador, no creemos que usted necesite que le recordemos lo siguiente, y si lo ponemos aquí es para beneficio de quienes, aparte de usted, leen esta carta: El derecho hoy se prescribe, no en el criterio de la “íntima convicción”, sino en la “sana crítica”. Y eso nadie lo sabe mejor que usted. La íntima convicción habría condenado a Félix Bautista, porque es muy evidente que este señor tiene una riqueza que no puede explicar. Recordemos que uno de los encartados en el caso del intento de asesinato de la ingeniera Francina Hungría Hernández fue, a pesar de figurar en el vídeo y de ser visto en el vídeo cometiendo el hecho, liberado de manera pura y simple y mandado a su casa. ¿Por qué? Porque dicho vídeo que se presentó como prueba que lo incriminaba, no fue obtenido por orden expresa de un juez, por lo que su legalidad no lo convertía en elemento de prueba, no obstante verse en la fílmica al presunto criminal. De ahí que desde la ley 76-02 que instituyó la legislación procesal luego de la reforma judicial de 1997, se escuche muy seguido, entre las personas que no tienen conocimiento del derecho, eso de que “hoy la justicia favorece a los delincuentes”.

Pero no.

El problema no es la Constitución ni el Código Procesal Penal.
El problema no es el Tribunal Supremo de Justicia ni los jueces que deciden los casos… al menos no completamente.

El problema lo constituye el Ministerio Público, que está integrado por políticos antes que por juristas; por adeptos a los intereses de un partido antes que por adeptos a los intereses de la sociedad.

El problema es usted.

martes, 17 de noviembre de 2015

Una burla contra el sentido común

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Hoy se vence el plazo para que el Procurador General de la República incoe el recurso de casación
contra la sentencia de la Segunda Sala de lo Penal de la Suprema Corte de Justicia, que ratificó el No Ha Lugar a favor de Félix Bautista.

A mi entender, como estudiante de Derecho, cursando el 7mo. cuatrimestre, todavía el caso "Félix Bautista" debería agotar dos tramos en la Justicia:

1- La casación. En este tramo puede ocurrir una de dos cosas:

a) El Pleno de la Suprema ratifica definitivamente el "No Ha Lugar" convirtiéndolo en jurisprudencia.

 b) El Pleno ordena un nuevo juicio a las pruebas, designando nuevos jueces para tales fines.

2- En caso de que en un nuevo juicio a las pruebas el juez de la Instrucción fallare con otro No Ha Lugar, entonces la Suprema, que habiendo ordenado ese segundo juicio a las pruebas se hizo eco de que hay los elementos pertinentes como para dar apertura a un juicio de fondo, establece cuál y cómo debió ser la sentencia del juicio a las pruebas, y ordena ella directamente el juicio de fondo contra el encartado.

Pero ya es un hecho que no se incoará el recurso de casación, y así es, porque el Procurador General de la República, Francisco Dominguez Brito, en este caso en particular, en estas circunstancias, no es el jefe del Ministerio Público; es solo un actor de circo, para entretener al pueblo.

Luego, cuando ya Francisco Dominguez Brito no sea Procurador General de la República, andará entre nosotros con un sello falso de hombre de justicia, como anda por ahí Jorge Subero Isa, quien siendo Presidente de la Suprema se abstuvo de votar a favor del juicio de fondo contra Félix Bautista por el caso "Sun Land", y ahora en los foros sociales se despacha diciendo que con el no enjuiciamiento a Félix Bautista, por el caso "Sun Land", a la justicia dominicana se le colocó un crespón negro.

Algo parecido se da con Minou Tavárez Mirabal, quien salió "juyendo" del PLD porque dizque en ese partido hay corrupción. Pero ella, cuando en 2009, como diputada peledeista, pudo haber votado en contra de la estafa del contrato Barrick Gold en perjuicio del pueblo dominicano, no lo hizo, sino que se sumó a los ladrones de su entonces partido.

¡FARSANTES! Pero todo les sale bien, porque repito, nuestro pueblo, para hacerse el pendejo búsquenlo, que es lo más inteligente.





                                                               



miércoles, 28 de octubre de 2015

Me solidarizo con los pilotos franceses que se fugaron


Por Orbis Beltré

Pido disculpas a los familiares de este ser humano, a mis lectores, a cada persona que pueda resultar herida su susceptibilidad. No acostumbro a publicar este tipo de imágenes. Sin embargo, considero que es muy importante una aclaración.

El ser humano de la imagen se trata de un ciudadano haitiano, quien en vida, según los que lo conocieron informalmente, respondía al nombre de Tulile. En febrero de este año 2015 Tulile fue hallado ahorcado, colgado de un árbol, en un parque de Santiago de los Caballeros, República Dominicana.

Para entonces, para esos días, el fervor de los naZionalistas dominicanos estaba en su punto de ebullición: quemaban la bandera haitiana en plazas públicas y a plena luz del día, iban a vecindarios haitianos e intentaban provocar peleas para justificar su crueldad contra el color negro de la piel (negros que odian a negros), y se inventaban cualquier excusa para expresar sus más bajos instintos hacia unos seres humanos que solo han venido a nuestro país, empujados por las mismas circunstancias de esos dominicanos que se echan al Canal de la Mona para llegar a Puerto Rico.

Traigo estos señalamientos, porque a propósito de la fuga de los pilotos franceses, que inmediatamente pisan suelo francés convocan una rueda de prensa para decir que decidieron fugarse de nuestras autoridades porque "en República Dominicana no se investiga y no hay justicia", quiero solidarizarme con ellos y hacerlos partícipes de que como ciudadano dominicano que soy, tienen mi apoyo moral.

Si los franceses tienen o no razón eso no lo voy a mover mucho, porque nada es más elocuente que una imagen. Una imagen vale más que mil palabras, dicen, y también yo lo digo.

El cadáver de Tulile fue hallado el 11 de febrero del presente año. Estaba colgado de un árbol, en un parque de la segunda ciudad más importante de nuestro país. Sus manos estaban amarradas, sus pies también estaban amarrados.

Inicialmente las autoridades barajaron varias hipótesis para esclarecer el caso. Pero aunque usted no lo crea, 18 días después de este macabro acontecimiento, los medios de comunicación de República Dominicana se colocaban frente al ministro de Interior y Policía, para escuchar de este importante funcionario de la Justicia, que a la conclusión que habían llegado fue, que el ser humano, Tulile, el haitiano que apareció en un parque público, colgado de un árbol, con las manos y los pies amarrados, se suicidó.

Se me ocurren entonces, algunas preguntas:

¿Deberíamos esperar que la comunidad internacional no se solidarice con los pilotos franceses que huyeron de aquí y al llegar a su país han dicho que decidieron evadir a nuestras autoridades porque en República Dominicana no se investiga y no hay justicia?

¿Es sensato no estar de acuerdo con estos pilotos franceses?

¿Acaso no es justo reconocer que estos pilotos franceses han dicho la verdad?

Por último, amigas y amigos, por cuanto a justicia respecta, luego del desenlace del caso "Félix Bautista", hasta el Estado dominicano, si pudiera, estaría dispuesto a fugarse de aquí.

domingo, 11 de octubre de 2015

El cambio para no cambiar

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Necesitamos un cambio, eso dijo el pueblo en 1978 y votó por el PRD para sacar del Poder a Balaguer.

Necesitamos un cambio, eso dijo el pueblo en 1986, para sacar del Poder al PRD y entrar al Poder a Balaguer.

Necesitamos un cambio, eso dijo el pueblo en 1996, para elegir como su Presidente a quien Balaguer había designado; a Leonel Fernández.

Necesitamos un cambio, eso dijo el pueblo en 2000, para sacar del Poder a Leonel Fernández y entrar al Poder al PRD.

Necesitamos un cambio, eso dijo el pueblo en 2004, para sacar del Poder al PRD y entrar al Poder a Leonel Fernández.

Necesitamos un cambio, eso continúa diciendo el pueblo, y cree que el cambio debe ser como todas las veces que ha habido cambio; o sea, cambiar de mafiosos. Por eso hoy se atreve el pueblo a creer que el PRM es lo opuesto al PLD; cree el pueblo que esos dirigentes del PRM son diferentes a los criminales que hoy nos gobiernan desde el PLD, esto a pesar de que fueron esos que ahora dirigen en el PRM, las mismas sabandijas que nos gobernaron entre 1978 y 1986, y entre el año 2000 y 2004.

Yo, con mucha tristeza lo asumo, prefiero no ser parte de ese pueblo que entiende así el concepto "cambio".


sábado, 22 de agosto de 2015

Entre culpables y responsables

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Los intelectuales dominicanos quedarán muy mal parados en la historia; pues las veces que no se confabularon con los criminales que desde la fundación de la República han usado al Estado como un bien de su propiedad particular, se han hecho los locos con el pueblo.

Hoy entonces este pueblo está pagando un precio muy alto, más que por cualquier causa, por el hecho de no haber tenido una clase intelectual dispuesta a confrontar con sinceridad, a delincuentes como Trujillo, Balaguer, Jorge Blanco, Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina.

Hoy estos desgraciados intelectuales no logran entender por qué somos un pueblo tan estúpido, que mantiene a un truhan como Danilo Medina, en el más decoroso altar de santo alguno, mientras son asesinadas Franchescas de 18 años por miembros de una Policía integrada por sabandijas y sostenida por sabandijas.

La culpa de que seamos una sociedad tan asquerosa es de los intelectuales dominicanos, por su falta de honestidad, por su falta de criterio para confrontar al empresariado paga sueldos de miseria.

La culpa es de los intelectuales dominicanos, por desentenderse de su deber de educar a los ciudadanos, permitiendo al mismo tiempo que tal labor se la adjudicara la Iglesia, imponiendo fraudes como la moral basada en la resignación y el perdón.

Nos han "educado" en una moral de resignación y perdón. De ahí estas frases tan abusadoras del sentido común: "Esto no lo arregla nadie"; "Todos son iguales"; "Esto solo lo arregla Dios".

Nos han “educado” en una moral de resignación y perdón, y esta es la razón por la cual este pueblo se adapta a todo y lo perdona todo: la desaparición de las riquezas que nos legó la dictadura trujillista, el engaño con la CDE, las obras sobrevaluadas, los peajes sombra, los Tucanos, el contrato Barrick Gold 2009, legisladores que firman documentos públicos sin leerlos, el déficit fiscal de 2012, el asesinato de 11 niños en el hospital Robert Reid, las cantinfladas de Francisco Dominguez Brito, el sadismo de Yeni Berenice Reynoso, la insolencia de Moscoso Segarra, la burla de Danilo Medina sobre loma Miranda y su hedor a tiburón podrido, la estafa del Gobierno a través de la venta de los combustibles…

Es esta maldita moral con la que nos han "educado", lo que no permite que el pueblo fusile hoy mismo a Leonel Fernández, a Hipólito Mejía y a Danilo Medina. (Excúsame art. 304 Párrafo I del Código Penal dominicano).

Es esta maldita moral con la que nos han "educado", lo que no permite al pueblo fusilar al Comité Político del PLD, a los dirigentes principales del PRD, a los dirigentes principales del PRM, y a los dirigentes principales del PRSC.

Estos principales señores del PLD, del PRD, del PRM y del PRSC, son los responsables de que tengamos un empresariado usurero, agiotista, explotador, sin conciencia social y sin criterio de justicia.

Estos principales señores del PLD, del PRD, del PRM y del PRSC, son los responsables de que tengamos una Policía asesina de Franchescas y de Césares Augustos Ubrí Boció.

Estos principales señores del PLD, del PRD, del PRM y del PRSC, son los responsables de que tengamos unas Fuerzas Armadas parasitarias, que en lo único que han sido diligentes es en sacar provecho personal de cuanto canalla se ha colocado la banda presidencial desde 1966 hasta la fecha de hoy, exceptuando tal vez a don Antonio Guzmán.

Estos principales señores del PLD, del PRD, del PRM y del PRSC, son los responsables de la vergonzosa pobreza espiritual y material en la que vive el pueblo dominicano.

Estos principales señores del PLD, del PRD, del PRM y del PRSC, son los responsables de cada Franchesca asesinada por la marginalidad y el hambre y la desesperanza en la que estamos viviendo todos en esta República Dominicana.

Estos principales señores del PLD, del PRD, del PRM y del PRSC, son los responsables de que tengamos un Poder Judicial al servicio de la impunidad en la que se escuda el saqueo de los fondos públicos que nos deja huérfanos de un Estado solvente.

Estos principales señores del PLD, del PRD, del PRM y del PRSC, nos han robado el sosiego, nos han acorralado con la inseguridad ciudadana, y no hay que dudar que nos han dejado a merced de la protección de un dios que al parecer no supera su última borrachera de circo en el concilio de Nicea.

El pueblo está apuñalado, se ejerció la violencia mortal en contra suya, porque su verdugo lo notó abandonado de su clase intelectual.

El pueblo está apuñalado y agoniza… lo hirió sutilmente su Gobierno, y se muere en las calles, se muere en el hogar, se muere en la escuela, se muere en los hospitales, se muere en las ARS, se muere en las telefónicas, se muere en las Edes, se muere en las generadoras, se muere en el Congreso Nacional, se muere en el Poder Ejecutivo, se muere en el Poder Judicial, se muere en las Fuerzas Armadas, se muere en la Policía Nacional, se muere en los sueldos mínimos, se muere en el voto, y se muere después de muerto y se sigue muriendo con cada vez menos dignidad.

lunes, 17 de agosto de 2015

¿Mano dura contra qué?

Por Orbis Beltré

A propósito de que el nuevo Jefe de la Policía se juramentó diciendo que enfrentará a la delincuencia en el terreno que los delincuentes elijan; apropósito de que escucho a mucha gente arengar a favor de que la Policía aplique "mano dura...", debo advertir que esa política de "mano dura contra los delincuentes" no ha funcionado. Y lo peor de todo es, que muchas veces la Policía, con tal actitud, ha terminado disparando incluso contra cualquier ciudadano, por sospecha.

¿Se acuerdan ustedes de qué fue lo que dio origen a aquella compaña que decía "Policía, no me dispare, que no me paro en lo claro"?

Con esta filosofía de “enfrentaremos a los delincuentes en el terreno que ellos quieran”, han fracasado las gestiones de los últimos 10 o 15 Jefes de la Policía, incluidas las gestiones de tres maestros del manodurismo, como lo fueron Enrique Pérez y Pérez, Pedro de Jesús Candelier y Rafael Guillermo Guzmán Fermín.

Para los que arengan a la Policía a aplicar la "mano dura", les presento este histórico reciente: ¿Se acuerdan de cómo miembros de la Policía, en un allanamiento ilegal en Sosua, Puerto Plata, asesinaron a un ciudadano alemán y se robaron dos cajas fuertes con millones de pesos? Hace muy poco que, un coronel, dos tenientes coroneles, un capitán, un segundo teniente, un sargento y un cabo, todos de dicha institución, fueron quienes atracaron a una ciudadana en la Ave. Las Américas, Santo Domingo Este, y le robaron más de 300 mil euros.

Y muy especialmente para quienes pretenden vendernos la idea de la necesidad de un Pedro de Jesús Candelier en la actual jefatura de la Policía, esto: durante la era de este trucupey uniformado, había delincuentes, en cantidades y tan desafiantes como ahora. Y las ejecuciones extrajudiciales a través de los famosos “intercambios de disparos” no cesaron. Este trucupey uniformado no se cansó de matar, indistintamente, a cimarrones y a mansos. Al final nadie supo qué pasó con Angito. Para aquel entonces, ni siquiera un todopoderoso como Beauchamp Javier estuvo a salvo de la orgía de sangre que se danzaba en esta selva que se llama República Dominicana.

A mi honestamente, me apena ver a personas con formación académica, y que no son parte de las mafias que nos gobiernan, pedir que se emule la conducta de un asesino como Candelier, que si bien fuera cierto que en su gestión los delincuentes "andaban planitos", él mismo nunca le pudo contestar al Padre Rogelio Cruz, de dónde sacó tanto dinero como para comprar una villa turística.

Entonces, advierto, muchísimo cuidado con cómo le pedimos que enfrente a los delincuentes, a una institución que como la Policía Nacional dominicana, muy poca moral tiene para expresar repulsa contra el crimen organizado o desorganizado.


Al cumplirse 3 años de la muerte de Esperancita, una aclaración:

Esperancita
Por Orbis Beltré

A Esperancita la asesinó la Iglesia católica, con el consentimiento del Estado dominicano.

¿Qué argumentó la Iglesia católica para impedir que esta joven recibiera el tratamiento médico que le hubiera salvado la vida?: Que Esperancita estaba embarazada, que el tratamiento médico ponía en peligro el feto que ella llevaba en su vientre, y que eso violaba el Artículo 37 de la Constitución dominicana, que dice así:
Artículo 37. - Derecho a la vida: El derecho a la vida es inviolable desde la concepción hasta la muerte. No podrá establecerse, pronunciarse ni aplicarse, en ningún caso, la pena de muerte.
Es muy evidente que la Iglesia católica y el Estado dominicano, haciendo valer su posición en el artículo antes reseñado, con su afán de "proteger" el embarazo de Esperancita, no les importó la suerte de ella, violaron su derecho a la vida y la condenaron a muerte.

Maliciosamente, la Iglesia católica y el Estado dominicano, en su "estricto apego" a lo legal omitieron que el Artículo 37 de la Constitución dominicana tiene atenuantes en los Artículos 38 y 42 de la misma, que hubieran salvado a Esperancita, porque dicen así:
Art. 38. - Dignidad humana: El Estado se fundamenta en el respeto a la dignidad de la persona y se organiza para la protección real y efectiva de los derechos fundamentales que le son inherentes. La dignidad del ser humano es sagrada, innata e inviolable; su respeto y protección constituyen una responsabilidad esencial de los poderes públicos. Art. 42. - Derecho a la integridad personal: Toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica, moral y a vivir sin violencia. TENDRÁ PROTECCIÓN DEL ESTADO EN CASOS DE AMENAZA, RIESGO O VIOLACIÓN DE LAS MISMAS. En consecuencia: 1) Ninguna persona puede ser sometida a penas, torturas o procedimientos vejatorios que impliquen la pérdida o disminución de su salud, o de su integridad física o psíquica. Constitución dominicana (2010)
Los derechos humanos y los derechos fundamentales los poseen las personas, no un feto. La Constitución dominicana así lo deja muy claro en su Artículo 8:
Artículo 8.- Función esencial del Estado. Es función esencial del Estado, la protección efectiva de los derechos de la persona, el respeto de su dignidad y la obtención de los medios que le permitan perfeccionarse de forma igualitaria, equitativa y progresiva, dentro de un marco de libertad individual y de justicia social, compatibles con el orden público, el bienestar general y los derechos de todos y todas. Constitución dominicana (2010)
La Iglesia católica y el Estado dominicano, violaron además, en perjuicio de la hoy occisa, los siguientes artículos de la Declaración Universal de los Derechos Humanos:
Art. 3.- Todo individuo tiene derecho a la vida, a la libertad y a la seguridad de su persona. Art. 5.- Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Art. 12.- Nadie será objeto de injerencias arbitrarias en su vida privada, su familia, su domicilio o su correspondencia, ni de ataques a su honra o a su reputación. Toda persona tiene derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques. Art. 25. - Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez y otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad. Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948)
En definitiva, la Iglesia católica y el Estado dominicano omitieron todas estas atenuantes legales que hubieran salvado a Esperancita de la interpretación cerrada del Artículo 37 de la Constitución dominicana. La Iglesia católica y el Estado dominicano deben pagar por su crimen.


jueves, 2 de abril de 2015

El ser humano primero!

Por Orbis Beltré

La defensa no es a los haitianos, y ningún dominicano defendería a extranjeros o compatriotas que incurriesen en actos vandálicos contra los símbolos patrios.

No se defiende la presencia haitiana legal o ilegal en nuestro país; el llamado de las voces dominicanas contestatarias a la sentencia TC/168-13, es para que el Estado dominicano no transgreda los derechos fundamentales de unos seres humanos en condiciones tan vulnerables.

No se defiende la actitud beligerante que pudiera existir en muchos haitianos hacia nuestra sociedad; no se defiende que a ellos se los considere dominicanos si no cumplen los señalamientos de la ley, lo que se persigue es que las autoridades y el pueblo en sentido general, los vea como seres humanos.

Desafortunadamente, la apatía cívica de nuestro pueblo ante el imprescindible conocimiento de la historia que nos dio origen como nación, ha provocado que muchos practiquemos un patriotismo que no va más allá de acariciar cualquier pretexto para ensañarse contra los haitianos.

Los haitianos no son nuestros enemigos; ellos no quieren invadirnos, solo vienen a nuestro país empujados por la misma fuerza que empuja al dominicano a echarse al Canal de la Mona para llegar a Puerto Rico. 

Los haitianos vienen a nuestro país, empujados por la misma fuerza que empuja a los mexicanos a cruzar la frontera hacia Estados Unidos. 

Los haitianos vienen a nuestro país, empujados por la misma fuerza que empuja a los marroquíes a cruzar el Gibraltar para llegar a España; ellos vienen a nuestro país, empujados por la misma fuerza que empuja a la África negra a echarse al Mediterráneo para llegar a Europa.

Los haitianos vienen a nuestro país, empujados por la misma fuerza que empuja a los habitantes del cuerno africano a dispersarse por toda esa vastedad continental.

Todas estas, que son migraciones forzosas, tienen la misma causa: carencia. El ser humano no se deja morir, se resiste el ser humano a dejarse morir sin hacer un último esfuerzo, y enfila su rumbo hacia donde cree posible algún bienestar. Y fue así siempre, es una naturaleza que incluso la asumen los animales no humanos.

Nuestro amor a República Dominicana no debería consistir en palabrería hacia los símbolos patrios. Los símbolos patrios se defienden solos cuando somos capaces de comprender los más básicos soportes sociológicos de los pueblos, lo que significaría levantarnos como una sociedad fuerte, y no como la sociedad anémica que somos, gracias exactamente a quienes azuzan el temor y el resentimiento, tanto en Haití como en nuestro país, para triunfe la culpa y no la armonía. 

La historia tiene para mostrarnos, cuán perversa ha sido esta forma de amor patrio que han practicado varías generaciones dominicanas, y que todavía hoy la seguimos practicando.

Los enemigos de nuestros héroes independentistas pudieron ser las autoridades haitianas de entonces, pero quienes los traicionaron, quienes los humillaron, quienes los condenaron a exilio y/o muerte miserable, fueron los dominicanos; dominicanos que irónicamente apelaron a su “amor” por la Patria para volverse en contra de Duarte y de los trinitarios, y a favor de Pedro Santana, de Tomás Bobadilla, de Buenaventura Báez y de esa Iglesia católica que como ahora aquella vez, estaba dirigida por Tomás de Portes, un sátrapa de la fe que parece haber reencarnado en su Eminencia Reverendísima, Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez.

Basta de manipulación! No se defiende a los haitianos, lo que se defiende es al ser humano!