martes, 31 de mayo de 2016

Carta abierta a José Luis Taveras et al

Por Pedro Cabiya

Estamos locos, José Luis. Acéptalo. Yo lo acepté. Estamos desquiciados, de manicomio. Que alguien nos medique, pana, que nos tranquen.

César Pérez también. Amárrenlo y sédenlo. Aura Celeste: de atar está esa señora. Andrés L. Mateo no sé cómo es que anda por ahí sin una camisa de fuerza. ¿Sara Pérez? Xanax con ella, megadosis.

A Altagracia Salazar, Edith Febles, Amelia Deschamps, Marino Zapete, y Marien Aristy hay que ponerles cloroformo y acostarlos a dormir en una habitación acolchada. Jhonatan Liriano pide a gritos un CAT-Scan. Huchi y Diana Lora, dementes padre e hija.

Alucinamos, colega, alucinamos. Los videos, los golpes, las trampas, la suciedad, la matemática sicodélica, el irrespeto a los procedimientos, los incendios… Dejemos de fumar cáscara de guineo, José Luis. No nos hace bien. Nubla nuestras percepciones. Nos atosiga. Atrofia nuestro entendimiento. Debemos revisarnos.

El consenso oficialista dice que la bacía es yelmo, amigo mío, ni siquiera baciyelmo. Estamos viendo el asunto de manera equivocada. Tenemos el sol en los ojos y el alboroto circundante nos desorienta. No podemos confiar en nuestros sentidos.

Se me da muy mal el doublethink. Necesito ayuda, quizá en forma de una lobotomía.Tampoco en nuestra inteligencia, que tan bien nos había servido hasta ahora. Queda supeditada de pronto a la opinión de medios que claramente no están cooptados, de periodistas que obviamente no son bocinas, y de aventureros de la palabra que hacen gala de tolerancia (pero con la pillería), de apertura a todas las posibilidades (en especial si descargan a los pillos), de plasticidad ética (todo es relativo, al fin y al cabo), y de un temperamento profundamente compasivo… pero única y exclusivamente cuando la bandeja de la balanza se inclina a su favor, cuando son ellos los que están guarecidos bajo los cobertizos del poder y pueden darse el lujo de predicar subjetividad, ambigüedad, creando un clima donde nada tiene asidero, donde no hay verdades objetivas, donde todo es del color del cristal con que se mira. Habiendo acumulado el poder del lado de ellos (y “ellos” pueden ser cualquiera de los contendientes), se vuelven magnánimos con las definiciones, indulgentes con los plazos, flexibles con los procedimientos, generosos con el uso del ejército, y pacientes con las triquiñuelas de los suyos — al tiempo que son estrictos con la forma en que deben ser canalizadas las quejas, exigentes en sus llamados a la paz y el orden, e implacables en su noción de cómo, cuándo, y por qué debe la oposición protestar. Cobran hasta el último chele antes de los treinta días, pero cuando les toca pagar redondean para abajo, noventa días después, y todavía se lo encuentran caro.

¡Perdón! Ahí vuelvo yo con mis locuras. Es que no aprendo. Es que no aprendo. Se me da muy mal el doublethink. Necesito ayuda, quizá en forma de una lobotomía. ¿Entenderían mi emergencia los chicos y chicas del 911?

El emperador no está desnudo, José Luis. Tenemos que cambiar los espejuelos. ¿No ves cómo los empresarios debaten acerca de la magnificencia de las telas? ¿No escuchas a la iglesia elogiando la elegancia del corte? ¿No oyes a todos esos intelectuales, José Luis, ¡intelectuales!, discutiendo la paleta de colores, los patrones, los accesorios, el bordillo, los flecos, las puñetas, los cuellos, las mangas, las calzas, los fondillos… Nuestro emperador luce un traje fabuloso, y que no podamos apreciarlo es culpa nuestra… Hay que cogerle un chin el ruedo, eso sí, dicen ellos, hay que ajustarlo de cintura, admiten ellos, hay que dejarlo remojando en cloro, pero no mucho, quizá darle una planchadita, pasarle el remueve-pelusas, confiesan ellos, conceden ellos, pero carajo, ¡qué traje! ¡Qué traje!

No. No, José Luis, eso que vemos ahí no son las verijas del emperador. Eso de ahí no es su culo lánguido, reseco y no del todo limpio; esas no son sus nalgas esmirriadas y pellejúas; eso de allá no son sus testículos pelados; esas no son sus rodillas llenas de psoriasis; no es pie de atleta eso que le come la entrefalange; no son esas sus costillas protuberantes, su caja del pecho hundida, el espinazo torcido por la escoliosis, el ombligo mugriento. ¡Qué bruto eres! ¡Qué brutos somos! ¡Vergüenza debería darnos! ¡Cuánta gente que no sabe de trajes!

Y lo peor es que no estamos solos, amigo mío. Lee nada más esta locura, esta insania de Guillermo Cifuentes:

“La legitimidad emana exclusivamente del cumplimiento de los procedimientos y protocolos legales en cuanto a la emisión del sufragio y por supuesto de la forma en que se llevó a cabo el escrutinio. Si eso no existe, todas las felicitaciones resultan sospechosas de pretender legitimar un proceso que no es capaz de legitimarse por sí mismo, con consecuencias más nocivas para la vida democrática que los propios sucesos que nos ocupan.”

Dime si a este lunático no hay que ponerle un bozal y una carlanca de cimarrón. Pero, ¡a quién se le ocurre!

Callémonos por los pobres: ellos no merecen este caos que incitamos desde la butaca de nuestros privilegios.Un joven comentarista de uno de mis muros — otro maldito loco — tuvo la osadía de postear la definición de dictadura según Wikipedia. Dice que dictadura “es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo o élite, generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la independencia del gobierno respecto a la presencia o no de consentimiento por parte de cualquiera de los gobernados, y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.”

Nuestro problema, José Luis, la prueba contundente de que estamos mal de la cabeza, es que nosotros leemos esta definición y de una vez pensamos, “Cónchole, pero ese parrafito como que describe bastante bien la situación en República Dominicana… ofrézcome”. Para corregir esto haría falta que al instante recibiéramos una descarga de cien voltios en las tetillas, porque si insistimos en nuestro error, si persistimos en la soberbia de hacer uso de nuestro raciocinio, ¿cómo diablos vamos a lograr un gobierno de unidad que trabaje en pos de un futuro de esperanza y de libertad?

Caramba, ¿viste eso? Ya casi casi estoy hablando como todos esos demócratas con olor a humo en el pelo, cachispa de borrador en las mangas de la camisa, y un par de valijas de seguridad en el baúl de sus carros. ¡A trabajar, a trabajar! ¡La patria espera por nosotros! ¡A pasar la página y a trabajar!

Estás loco, José Luis. De remate. Don César, algo habrá que hacer con usted, pero no podemos permitir que ande así, suelto por la calle. Que alguien amarre a Sara a los pilares de su cama y le ponga un crucifijo en el pecho, como en aquella película. Aunque yo lo que debería hacer es callarme la boca y no darle más ideas a todas esas patrullas ortopédicas dedicadas, desde sus diferentes púlpitos y estrados, a corregir a los heréticos que todavía creen – ingenuos que son, estúpidos que son – en definiciones de diccionario.


No seamos egoístas. Callémonos. Pensemos en todos esos inversionistas extranjeros que se aspavientan menos por la crasa falta de institucionalidad que impera en nuestro país que por las protestas que inspira. Callémonos por los pobres: ellos no merecen este caos que incitamos desde la butaca de nuestros privilegios. ¿Encima de loco, burgués? Pero, sobre todo, José Luis, callémonos por los niños. ¿Qué ejemplo es el que queremos darle a quienes heredarán el país?

martes, 24 de mayo de 2016

¿Mi opinión sobre las recientes elecciones?

Beatriz Ferrer
Por Beatriz Ferrer

Que los cañones deben apuntarse hacia la Junta Central Electoral, quien con su ineficiencia y prepotencia (encarnada en la persona de Roberto Rosario) ha propiciado que luego de los comicios se presenten irregularidades graves que parecen incluir fraudes.

Que está claro que Danilo ganó y que el PLD ganó en la mayoría de las provincias, lo que no quita que haya habido, y estén habiendo, vicios serios en el conteo de votos.

Que el PRM perredé-pepehachista tiene desde el 66 jugando a Pedrito y el lobo, lo cual sólo contribuye al hartazgo de la gente cuando arrancan a gritar "fraude!" antes de que siquiera cierren los colegios electorales. Esto demuestra que probablemente tenemos la oposición que nos merecemos, mas no una oposición decente y seria, y que esos "otros" bien pudieron haber cometido irregularidades, aunque a menor escala por tener menos recursos.

Que todo el que pudo compró votos, sólo que el que tenía más dinero compró más votos.

Que las elecciones se ganan, y recordemos a Chile, que sacó a Pinochet mediante elecciones. Para eso se trabaja más y se patalea menos, se crean condiciones favorables, en lugar de asociarse a sindicatos mafiosos y a narcos. 

Que para contrarrestar en las urnas a ese 28% de beneficiarios del Estado y sus familias hay que subir una loma empinada, y que quien sube acompañado de ganado está destinado a resbalar con su excremento.

Que mejor haría Abinader enfocándose en el proceso y en el árbitro, en lugar de persistir en las mismas tácticas de siempre.

Que a Danilo ya se le nota su endiosamiento, celebrando su victoria el martes pasado con menos del 60% de los votos computados. Ello apunta a que el venidero será un Gobierno de soberbia, peligrosa compañera de la democracia.

Que TODO este proceso ha sido un desastre total y absoluto, y que Roberto Rosario (mínimo) debería renunciar o ser destituido por el desborde de incompetencia exhibido en estos comicios, mismo que no se veía en este país desde hace más de 20 años.

Finalmente, que yo soy la primera que siente haber perdido, pues me duele enormemente ver la perpetuación en el poder de este cártel, la anulación de partidos de oposición, y la vorágine morada, que aún parece tener hambre atrasada. Yo iba a perder como quiera, porque no tenía opción. Mi esperanza está puesta en esos votos que fueron a los partidos pequeños, en incrementar ese voto de conciencia, poco a poco, en las elecciones venideras. Y está puesta en aquellos candidatos de oposición que ganaron curules.

Ahora a trabajar en crear una ciudadanía consciente. Señores, hablen con la gente, ayuden a quienes no pueden profundizar (por ser víctimas de este sistema que hoy se perpetúa, de este continuismo que ya ha tenido tiempo de invertir en una generación de jóvenes, sin embargo lo que ha hecho es ampliar la brecha de la inequidad), ayúdenles a entender las cosas. Hablen, hablen, y no se cansen de hablar.

lunes, 16 de mayo de 2016

Peledeístas pobres, sean felices!

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Ayer una vez más el pueblo dominicano quiso irse al patíbulo; ayer el pueblo dominicano se echó la soga al cuello y se tiró al vacío -¡Y QUÉ CURIOSO!- en su agonía por el cuello fracturado y la falta de oxígeno, celebra su hazaña como si estuviera seguro de que está huyendo de la muerte.

Esta vez me dirijo, no a los pobres peledeístas, sino a los peledeístas pobres, a esos que pretenden creer que ayer ganaron el cielo. La sexta pela, vociferan alegres, como si no fuera en su piel que se ha estado estrellando el látigo.

Esta vez me dirijo no a los pobres peledeístas, sino a los peledeístas pobres, a esos que ejerciendo una inocencia usurpada hoy van celebrando con gran júbilo que el PLD ganó las elecciones por sexta ocasión consecutiva.

Les digo, a ustedes, peledeístas pobres, que procuren nunca tener que ir a un hospital público de los que hay en nuestro país, que procuren nunca tener que necesitar el seguro de salud subsidiado del SENASA, que procuren nunca tener que ir a los tribunales de nuestro país a reclamar justicia.

Los exhorto a que sean felices, a que procuren nunca necesitar la protección del Estado, a que procuren nunca ganar el sueldo mínimo establecido, a que procuren nunca ir a una farmacia a comprar medicamentos, a que procuren nunca necesitar un Congreso tan eficiente, que se atreva a leer un contrato antes de firmarlo.

Sean felices, peledeístas pobres, tan felices, que ninguna reforma fiscal pueda afectarlos, aunque la creación de más impuestos y el más encarecimiento de los muchos que ya tenemos, no sea para mejorar nuestras vidas.

Sean felices, gocen, peledeístas pobres, que ustedes han ganado; sean felices y gocen, peledeístas pobres, porque ustedes no son frustrados y no son amargados y no son resentidos sociales como yo, que entiendo que el triunfo de ayer, del PLD, exaltado en la figura del senador Félix Bautista como el candidato más votado, es una señal inequívoca de lo abusivamente idiota que se ha vuelto la sociedad dominicana.

Peledeístas pobres, gocen, ustedes ganaron ayer, y yo seguiré siendo el raro, o mejor dicho, el frustrado, el amargado y resentido social.

sábado, 14 de mayo de 2016

Iré a votar mañana contra el PLD, por un asunto de deber, justicia y conciencia

Sara Perez
Por Sara Perez

No es mucho lo que creo en la democracia representativa, porque representa a muy pocos y no tengo ninguna confianza en una Junta Central Electoral presidida por alguien explícita y desafiantemente deshonesto y sin integridad y comprometido con el partido en el gobierno.

Sé que el PLD lleva años ajustando todo el proceso electoral -incluyendo las fases previas, de registro civil-para malearlo a su conveniencia. 

Sé que nadie ha tenido más recursos públicos para contaminar las elecciones, ni los ha usado tan desenfrenadamente como lo ha hecho el PLD.

Sé que los del PLD han salido y saldrán hasta el último momento a recabar los votos de la miseria, con un pote de ron, un pica pollo y unos cheles, que es lo que les ha costado secuestrar a nuestro país.

También han salido a recabar los votos del empresariado y de los industriales, con sobornos, chantajes, repartición del país como una vaca muerta y con todo lo anterior junto y al mismo tiempo.

Sé que el PLD se ha asegurado de que en RD no funcione ningún arbitraje legal, remotamente justo.

Pero mañana iré a votar contra el PLD.

Soy del grupo -no me importa si grande, mediano, chiquito o minúsculo- que considera un deber plantarle cara a estos ladrones, que tiran la puerta por la ventana, mientras planean otra reforma para robar más impuestos.

Voy a votar contra el PLD, porque me duele como ha picoteado la frágil institucionalidad del país y lo que ha hecho con las nociones de identidad y derechos.

Voy a votar contra el PLD porque a mí no me hace gracia la bravuconearía pendenciera y abusiva de estos delincuentes.

Voy a votar en contra del PLD porque en su caso, el tufo a Trujillo es más que un tufo.

Voy a votar en contra el PLD porque me repugnan sus discursitos vacuos, cuadriculados, de crápulas sabiondas, con los que quieren obligar a todo el mundo a tragarse una plasta de mierda, diciendo que es un helado de chocolate.

Me desagrada lo malagente que se han vuelto, embebidos en su diarrea de corrupción y en su fisgoneo continuo.

Detesto su fábrica industrial de bocinas envilecidas y es un insulto y un agravio, su ejercicio masivo de reducción de la gente, la conversión adocenada de los artistas en parásitos menesterosos y me dan escalofríos los pretendidos intelectuales aborregados en un rumiante coro de botellas carentes de dignidad y dispuestos a cualquier sordidez

Voy a votar mañana contra el PLD, porque cada día sus dirigentes son más desaprensivos y siniestros.

Iré a votar mañana contra el PLD, por un asunto de deber, justicia y conciencia.

miércoles, 11 de mayo de 2016

A los candidatos a la Presidencia de la República

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Hay algo que me empuja a sentir demasiado desprecio por el político dominicano: el político dominicano nunca pide disculpas.

El político dominicano atropella a todo el mundo y no le importa; el político dominicano miente, extorsiona, roba, traiciona, se compra y se vende, mata y asesina a su prójimo, y nunca se siente en la obligación de pedir disculpas.

Yo, el que suscribe estas líneas, hubiera votado por Luis Abinader, si el mismo día que ese PRM se convirtió en partido político su comité ejecutivo o como se llame, hubiera organizado una rueda de prensa solo para reconocer todos los abusos que casi todos ellos han cometido contra la sociedad dominicana cuando han tenido poder político, y para comprometerse, al mismo tiempo, con no repetir la historia. Pero no, no tienen ese gen de la grandeza, que lleva por nombre HUMILDAD. Y eso significa que no sienten respeto por nadie; y eso significa que ellos nos consideran tan poca cosa, que no nos merecemos ese gesto tan pequeño pero tan grande, que es decir un "me equivoqué; por favor, denme una segunda oportunidad".

Y ahí entonces tenemos, como Presidente del PRM, a un sinvergüencita llamado Andrés Bautista, por solo mencionar a uno de todos esos canallas que fueron personajes de los más importantes que tuvo el asqueroso Gobierno que encabezó Hipólito Mejía en el cuatrienio 2000-2004.

Lo mismo aplica para la señora Minou Tavárez Mirabal. Señora, usted no debió salir del fondo de esa letrina que se llama PLD sin antes dejaRse caer de rodillas en el Altar de la Patria y pedir disculpas; primero, pedir disculpas a la memoria de sus padres, y segundo, a la sociedad dominicana.

Debió usted, señora Minou Tavárez Mirabal, pedir disculpas a la sociedad dominicana, por haber sido por tanto tiempo parte de una organización de mafiosos, dirigida por Leonel Fernández, el más desvergonzado criminal que pueda tener vivo, nuestro país, y a quien usted define, porque usted al día de hoy  no se ha rectificado, como un mesías salvador del pueblo dominicano.

Usted, Minou Tavárez Mirabal, muy respetuosamente se lo digo, lleva encima todavía el mierdero peledeísta. Por dondequiera que usted pasa deja un insoportable hedor a mierda.

Usted, señora Minou Tavárez Mirabal, siendo diputada del PLD y pudiendo votar en contra de la estafa que se cometió en perjuicio de la sociedad dominicana a través del contrato Barrick Gold-2009, no lo hizo. Y no lo hizo porque usted es una irresponsable, una insolente, una indolente igual que todos esos delincuentes que votaron SÍ  a esa estafa, a esa burla contra este pueblo merecedor de mejor suerte.

Pero mire, señora, usted con su OD y Luis Abinader con su PRM, todavía están a tiempo de dejarnos ver su grandeza, su excelsitud… ¡por qué se les hace tan difícil a ustedes un gesto de humildad como ese de pedir disculpas!

Otra vez me veré obligado a votar por Guillermo Moreno, el repugnante conservador que se niega a sacar la cabeza de las entrepiernas del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, pero que es en todo caso, menos letal que aquel candidato come tiburón podrido, o que esquizofrénicos y fanáticos  judeocristianos  como Elías Wessin Chávez, Pelegrín Castillo o Soraya Aquino.

Saludos sinceros a Hatuey Decamps.