miércoles, 7 de junio de 2017

El populismo en los tribunales

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré


Como estudiante de Derecho debo decir lo siguiente: en el caso "ODEBRECHT" todavía no hay acusados ni imputados, sino simplemente "encartados".

El Derecho Penal tiene tres etapas:

1- Preparatoria.
2- Juicio preliminar.
3- Juicio de fondo.

La etapa preparatoria, que genera la medida de coerción, termina con la apertura del juicio preliminar, que consiste en inspeccionar los elementos probatorios de un VÍNCULO entre un ciudadano y un hecho acaecido , donde los abogados de la defensa tratarán de objetarlos alegando su ilegalidad procesal (Art. 26 Código Procesal Penal dominicano).

La etapa preliminar termina cuando el juez dicta auto de no ha lugar a juicio de fondo o apertura a un juicio de fondo. Si dicta auto de apertura de juicio de fondo, es en ese mismo momento entonces, que los ciudadanos objetados por el Ministerio Público pasan a ser llamados "imputados", porque los elementos probatorios ya se han convertido en pruebas en su contra, admitidas como suficientes y legales.

Repito, en la etapa preparatoria ni en la etapa preliminar hay acusados ni imputados, porque el Ministerio Público no tiene ninguna prueba, sino, solo elementos probatorios de un VÍNCULO entre un ciudadano y un hecho acaecido.

En el proceso que se le sigue a los ciudadanos vinculados al caso "ODEBRECHT" el Ministerio Público curiosamente ha omitido la tipificación penal llamada "prevaricación". ¿Por qué? Porque se peca de prevaricación, por comisión como por omisión, y de ese ilícito pocos ciudadanos de los que dirigen los tres Poderes del Estado podrían librarse. Enarbolar la prevaricación en estas circunstancias sería proponer la eliminación del Estado dominicano.

Incluso quien actúa como fiscal en el presente caso podría correr el riesgo de enfrentarse a una recusación por prevaricación, de parte de los abogados de la defensa.

Apropósito, he recibido de parte de un amigo una lista de 7 "errores" cometidos por el Procurador General de la República. El uso de las comillas es porque se supone que se trata de errores que no deberían ser cometidos precisamente por el Jefe del Ministerio Público.

Error 1. Citaron mal la ley de lavado, porque fue derogada. 
          Error 2. La traductora de los documentos remitidos por la fiscalia federal de Brasil es             ilegal.
Error 3. La información solicitada fue solo hasta 2004.
Error 4. El enriquecimiento ilícito no está tipificado en la nueva ley sobre lavado de activos.
Error 5. El Procurador General de la República mintió en cuanto a los "depósitos" de Roberto Rodríguez.
Error 6. Incluyeron a alguien por error y luego lo sacaron del proceso. 
Error 7. Le sumaron a Pacheco una casa que le había sido incautada.
Tengo que concluir de la siguiente manera: cada una de las decisiones imponiendo privación de libertad y multas, obedecen a una presión social y no son vinculantes a una apreciación de la ley conforme al debido proceso, por lo que igual que como lo hizo en aquella ocasión la Juez Miriam Germán Brito votando a favor del juicio de fondo contra Félix Bautista, el Juez de la Ateción Permanente, que conoce "ODEBRECHT", ha convenido con el populismo y dado la espalda a la ética del jurista.



miércoles, 31 de mayo de 2017

El Honorable Juez ya está resbalando

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Después de la Odebrecht haber admitido que sobornó a funcionarios públicos.

Después de la Odebrecht haber sido favorecida con la figura jurídica procesal penal llamada “Criterio de oportunidad”, a cambio de dar a la Procuraduría General de la República, información de calidad respecto a quiénes fueron los sobornados.

Después de la Procuraduría General de la República haber advertido que su dilación en accionar al respecto se debía a que estaba instrumentando expedientes de acuerdo al debido proceso, para que tuvieran tal fortaleza jurídica, que no se “cayeran” en los tribunales.

1- Considerando que en la medida de coerción el juez no determina la culpabilidad o la inocencia de los encartados, sino que se limita a hacer una valoración de los argumentos que presenta en este caso la Procuraduría, que tratan de vincular a los encartados al hecho del que los acusa.

2- Considerando que en la medida de coerción el mayor cuidado del juez debe enfocarse en la valoración de los presupuestos que presenten los abogados de la defensa en procura de demostrar el arraigo suficiente de sus defendidos, arguyendo que estos no se sustraerían del proceso que se les sigue, y por lo que solicitarían cualquier medida de coerción no consistente en privación de libertad en perjuicio de sus defendidos.

3- Considerando que es un hecho incontrovertible que todos los implicados en el caso “ODEBRECHT” tienen arraigo (riqueza material de cualquier índole y crédito social en un muy amplio segmento de la población dominicana), suficientes como para aplicarles cualesquiera de las medidas de coerción del artículo 226 del Código Procesal Penal, excepto la número 7, consistente en privación de libertad.

4- Considerando que el juez sabe lo expuesto en el considerando inmediatamente precedente, pero que como juzgador tiene la prerrogativa de tomando en cuenta el mucho poder de los encartados y las consecuencias a las que se enfrentarían en un juicio de fondo, argüir que estos podrían sustraerse del proceso, porque tienen los medios para lograrlo, con tanta o más facilidad que como lo lograron a los franceses acusados de tráfico internacional de sustancias contraladas.

Visto el aplazamiento injustificado del proceso de medida de coerción que se le sigue a los encartados en el caso “ODEBRECHT”, este ciudadano falla de la siguiente manera:

El Honorable Juez Francisco Antonio Ortega Polanco, ¡ya está resbalando!

martes, 30 de mayo de 2017

Del matrimonio: de la unión libre o concubinato

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Si usted está pensando contraer matrimonio, no olvide dar a sus bienes actuales y/o futuros el estatus jurídico que prefiera, a través de uno de los diversos regímenes matrimoniales; esta observación podría evitarle momentos muy desagradables a la hora de hablar de divorcio o de separación.

ADVERTENCIA: no tiene que haberse casado para que estos términos le juzguen. La relación de pareja, de 5 o más años de duración bajo un mismo techo, se reputa matrimonio con los mismos deberes y derechos (Art. 55 de la Constitución dominicana).

Recuerde que nada dura para siempre. A continuación los diversos regímenes matrimoniales existentes, respecto de los bienes:

1- Régimen de la comunidad legal
2- Régimen universal
3- Régimen dotal
4- Régimen sin comunidad
5- Régimen de separación de bienes
6- Bienes de comunidad
7- Bienes propios del marido
8- Bienes propios de la esposa
9- Bienes presentes y futuros
10- Bienes gananciales
11- Comunidad activa y pasiva
12- Los bienes que provienen de sucesiones y donaciones…

Ni los ciudadanos dominicanos ni los extranjeros están exentos de la ley. El ordenamiento jurídico de República Dominicana se aplica tanto a los ciudadanos dominicanos como a los extranjeros radicados en su territorio, salvo algunas excepciones reservadas para el personal diplomático acreditado.

De la unión libre o concubinato:

Amigos, la unión libre o concubinato, como se conoce popularmente, tiene base jurídica en el artículo 55 de la Constitución dominicana.

La unión libre se trata de un matrimonio de hecho, de derechos y de deberes como el que más; ya hay jurisprudencia al respecto.

Por cuanto a las decisiones del Tribunal Constitucional, como ordena y manda la Constitución dominicana en su Artículo 184, son así: “Definitivas e irrevocables, y constituyen precedentes vinculantes para todos los poderes públicos y todos los órganos del Estado”.

Del Tribunal Constitucional, sobre la unión libre o concubinato:

SENTENCIA TC/0198/13 del Tribunal Constitucional, que convierte en jurisprudencia y decisión vinculante para todos los poderes del Estado (Art.184 de la Constitución dominicana), la sentencia núm. 3213-2012, de fecha primero (1ero) de junio de dos mil doce (2012), emitida por la Suprema Corte de Justicia.

SENTENCIA TC/0520/15 del Tribunal Constitucional, que convierte en jurisprudencia y decisión vinculante para todos los poderes del Estado (Art.184 de la Constitución dominicana), la sentencia núm. 1142, dictada por la Sala Civil y Comercial de la Suprema Corte de Justicia el dieciocho (18) de septiembre de dos mil trece (2013).

martes, 25 de abril de 2017

La Marcha Verde no es un plan desestabilizador de la democracia

Por Orbis Beltré

El señor Ministro de Interior y Policía ha dicho que la Marcha Verde es un plan desestabilizador de la democracia.

¿Desestabilizar la democracia? Pues entonces usted, señor Ministro Carlos Amarante Baret, sería nuestro cómplice. Pues cada una de las marchas verdes han sido aprobadas previamente por el Ministerio que usted preside; incluso las rutas de cada una de las marchas han sido trazadas y aprobadas previamente por Interior y Policía, y nosotros hemos acatado esta regla, porque es lo legal.

¿Desestabilizar la democracia? No, señor Ministro. Nuestras marchas han sido muy respetuosas de la Constitución dominicana y del orden público. Pues han sido marchas pacíficas, con arreglo a la ley.

No hemos quemado una sola goma, no hemos obstruído el tránsito, no hemos lanzado una piedra contra nadie, no hemos roto ni saqueado un solo establecimiento comercial...

¡No hemos violado la ley! Pienso, señor Ministro Carlos Amarante Baret, que quizás esto es a lo que usted le teme. Pienso que a usted le atormenta que nuestra protesta esté siendo tan civilizada, tan ordenada, tan pacífica.

Quizás, señor Ministro, usted lo que quisiera es que nosotros, los de Marcha Verde, nos arroguemos las malas costumbres del Gobierno del que usted es parte, cosa que usted y los suyos hallen un pretexto para objetarnos, para aplicarnos la ley que ustedes nunca cumplen, para chubarnos a los descerebrados que pueda haber en la Policía Nacional, y disuadirnos a macanazos y tiros, para finalmente declararnos sediciosos.

Un consejo, señor Ministro Carlos Amarante Baret: sea ciudadano como nosotros los de la Marcha Verde, sea civilizado como nosotros, para que entienda y comprenda por qué nuestra protesta no es como usted quisiera que fuera. Nuestra protesta seguirá siendo pacífica, como manda la ley.

Usted, señor Ministro, con sus ganas de disuadirnos, de matarnos y de justificar su crimen alegando que estábamos obstruyendo el tránsito, quemando gomas y saqueando establecimientos comerciales, morirá seco como el lagarto de Neiba!

La marcha sigue!

sábado, 1 de abril de 2017

Mi experiencia con la UASD

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

En el año 1995 empecé a estudiar informática a nivel técnico, en la UASD, en la facultad de ingeniería y arquitecta. Fueron mis primeros pasos en esa universidad.

De pronto, como acostumbro, quise socializar con los que entendía debían ser los estudiantes "crema y nata" de dicha universidad, pero ¡qué desilusión me llevé! Aquellos grupos estudiantiles, o eran perredeístas, o eran peledeístas, o eran reformistas, o eran comunistas, o eran derechistas, o eran izquierdistas.

En 1995, en los grupos estudiantiles de la UASD lo único que no se podía hallar era la sensatez. Y me di cuenta de lo dogmáticamente obtusos que eran algunos, cuando noté, por ejemplo, que efigies como las de El Che o Fidel Castro la veneraban como cualquier católico a la virgen de la Altagracia.

Ni hablar de las apologías de endiosamiento que escuché hacia un bandido como José Francisco Peña Gómez, el que apoyó que Balaguer fuera declarado "Padre de la Democracia" de nuestro país.

Cuando en el año 2001 ingresé como estudiante formal en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), mis sospechas de que esa institución era un fiasco más, se confirmaron. Uno de los documentos que me exigían para inscribirme, era un certificado médico. Pero no un certificado médico cualquiera, debía ser expedido por el consultorio médico de la UASD, firmado por uno de sus médicos.

Adivinen, fui a ese consultorio médico de la UASD, y después de pernoctar más de una hora en la fila para entrar a lo que yo entendía que iba a ser un examen médico... señores, aquello consistía en pagar 50 pesos por un papel que en menos de 5 minutos alguien, sin ni siquiera mirarme a la cara o tocarme, "llenaba" con mi nombre y mi número de cédula, seguido de un "goza de excelente salud física y mental".

Eso sucedía hace apenas 16 años, en una universidad que está llamada a formar profesionales con un alto concepto de la ética y la moral; eso sucedía hace apenas 16 años, en la universidad que muchos presumen como la "Primada" de América.

No estoy de acuerdo con que la UASD sea privatizada, pero esa universidad, si no es una pocilga cualquiera, se parece demasiado, en su administración, a esas desgracias que en República Dominicana se llaman "Institución Pública".


sábado, 25 de marzo de 2017

¡No somos un país de mierda, pero casi!

Rosanna Salazar
Por  Rosanna Salazar

Tantos años de ignorancia obligada, de dictaduras aplaudidas, de ladrones adulados, de corruptelas deseadas, de hambre, inequidades y miserias nos han arrastrado adonde hoy estamos.

La sensación de vencimiento moral, de impotencia y desencanto, de descrédito y principios negociables han hecho de ésta, una democracia rota e infuncional.

La decadencia en que se apoyan los cimientos de nuestra sociedad, la convierte en vulnerable, insegura, injusta, desigual y con gente resentida y/o decepcionada. Hay una permanente postergación a las soluciones.

Los paños tibios no curan males, solo alivian dolores. Las insufribles " comisiones de estudios", no estudian nada ni nunca se conocen los resultados. Solo que les asignan fondos que ya sabemos adónde van a parar.

El clientelsmo, el concepto manido de que así somos y la comodidad de no hacer nada o de criticar y aplastar a quienes gritan esta debacle, nos tiene inmersos en la pesadilla que ha creado el poder desde la violencia distractora de todos esos males.

El barco a la deriva que es nuestra asustada isla, no es más que el producto de nuestra incapacidad para exigir que los gobiernos resuelvan los grandes problemas que nos marcan el día a día: los precarios servicios de salud, la educación como propaganda, pero carente de maestros bien formados, mal pagados y denigrados en la escala social, contrario al rol que asumen de construir identidades y personas.

El pésimo transporte público, la falta de empleos y preparación técnica de los jóvenes, pues todavía seguimos creyendo que todos deben ser académicos universitarios y tenemos un montón de profesionales infuncionales y mediocres y carecemos de trabajadores capacitados en plomería, electricidad, enfermería, albañilería o informática; conducen a esta sociedad fallida.

La inseguridad ciudadana no se soluciona con operativos militares ni con tanques de guerra ni con balas. Está demostrado que todas las luchas anti algo son una falacia. Este pobre pueblo ha sido arrastrado al manicomio de la violencia, para que pidamos fuerza, represión y malos tratos. Toda medida de fuerza y agresión no es más que la muestra del fracaso de quienes tienen la obligación de garantizarnos justicia, seguridad y vida como un deber y no como un favor, para que no se haga verdad la sensación de que somos un país de mierda.

martes, 7 de marzo de 2017

El garantismo del Código Procesal Penal dominicano no es el problema

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Cada día el Código Procesal Penal dominicano es objeto de fuertes críticas, y lo más penoso, de parte de ciudadanos con vastísima formación académica, incluidos legisladores, ministros, oficiales superiores de la Policía Nacional, y qué sorpresa, de parte hasta de abogados.

Le objetan a nuestro Código Procesal Penal, que sea tan garantista; lo acusan de ser garantista, como si eso fuera malo. Pues a ustedes les digo, que el Código Procesal Penal dominicano debió ser exactamente como lo es ahora, desde el día que República Dominicana se hizo signataria de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, el 10 de diciembre de 1948.

El Código Procesal Penal dominicano entró en vigencia como legislación garantista, con 55 años de retraso.

Y fueron 55 años usados por Trujillo, por el Consejo de Estado, por el Triunvirato, por Balaguer, por Jorge Blanco, por Leonel Fernández y por Hipólito Mejía, para vulnerar los derechos humanos y fundamentales de miles de ciudadanos, que como consecuencia de las torturas a las que fueron sometidos quedaron marcados con lesiones permanentes, mientras que otros fueron brutalmente asesinados o desaparecidos, como si se los hubiera tragado la tierra.

Y parece ser que también olvidan los críticos del garantismo de nuestra legislación procesal penal, el famoso “tránquenlo” que ponía tras las rejas por tiempo indefinido a cualquier ciudadano, sin ningún motivo mayor que el capricho de un alcalde pedáneo, de un policía, de un militar, de un político o de un “tú no sabes quién soy yo” como el sobrino de Monchy, el que se comió y luego vomitó a un AMET, en Santiago de los Caballeros.

Y parece ser que también olvidan los críticos del garantismo de nuestra legislación procesal penal, el abusivo “pollo negro” que le hacían a cualquier ciudadano en cualquier cuartel policial o militar, por motivos tan justificados como el “caerle mal” a un jefe, o a la amante de un jefe, al hijo de un jefe o simplemente, porque había que darle entrenamiento al policía o militar novato que no tenía en su record de comportamiento eficiente, el haber dado una buena pela con un chucho de alambre.

Nuestra legislación procesal penal es muy garantista, se quejan, pero aún así, las ejecuciones extrajudiciales que la Policía Nacional aplica contra ciudadanos que cada día caen en supuestos intercambios de disparos, suman miles desde el año 2003 hasta hoy.

¿Podrían estos críticos explicarle a la familia de William de Jesús Checo y a la familia de Cecilio Díaz, supuestamente vinculados al caso “Baldera Gómez”, que fueron apresados por la Policía Nacional y luego asesinados, por qué es un peligro el garantismo del Código Procesal Penal dominicano?

¿Podrían estos críticos explicarle a la familia de Ramón Antonio Pérez Mejía (Chepe), el mecánico que la Policía Nacional hirió mortalmente en Baní, porque confundió su carro con el carro de un supuesto delincuente, por qué es un peligro el garantismo del Código Procesal Penal dominicano?

¿Podrían estos críticos explicarle a la familia de Rubén Darío Díaz Pimentel, el taxista que cayó abatido tras una balacera que la Policía Nacional de manera injustificable e irresponsable inició en Baní, por qué es un peligro el garantismo del Código Procesal Penal dominicano?

¿Podrían estos críticos explicarle a la familia de Juan Almonte, el ciudadano que la Policía Nacional desapareció porque sí, por qué es un peligro el garantismo del Código Procesal Penal dominicano?

A todo esto se suma que las cárceles dominicanas están llenas; las cárceles dominicanas están desbordadas de presos. Las más de 30 cárceles del sistema penitenciario dominicano actualmente albergan en promedio más del doble de la cantidad de presos para las que fueron construidas. 

¿Y si no fuera garantista el Código Procesal Penal dominicano?

El problema no es el garantismo del Código Procesal Penal dominicano, el problema son nuestras autoridades, específicamente la Policía Nacional y el Ministerio Público, dos organismos, el primero, con una formación trujillista a la que no quiere renunciar, y el segundo, una cueva de mañosos, la mayoría designados como fiscales para proteger a los corruptos que desfalcan el Estado, o como un regalo por favoritismos politiqueros, cargo que asumen sin ningún otro criterio que no sea el de "buscarme lo mío".

jueves, 23 de febrero de 2017

Hay que volver a leer el Contrato Social de Rousseau

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

En estos tiempos, que tanto la transculturación como la penetración cultural son un fenómeno persistente desde y hacia todas las latitudes de la tierra arrastrando costumbres y tradiciones diversas, un Estado que no se apegue al criterio de la laicidad, es un Estado que estará sujeto a grandes conflictos antropológicos, étnicos y sociológicos, que más temprano que tarde terminarán en episodios violentos.

Un caso de cómo un Estado no laico podría confrontar serios problemas incluso de orden moral, es el siguiente:

En los estrados de nuestros tribunales está el Cristo bíblico crucificado, ante el cual el imputado debe jurar la verdad.

El Estado dominicano educa, según su ley de Educación 66-97, artículo 4 letra E, en principios cristianos.

La Biblia, libro que el Estado dominicano a través de la ley 44-00 asume como “palabra de dios” y como un libro perfecto, dice que todo aquel que sea sorprendido trabajando el día sábado debe ser matado (Núm. 15:32-35).

Entonces...

¿Qué sucedería si un día un adventista imputado de homicidio, ante el juez que lo conmina a deber honestidad a esa alegoría judeocristiana que reposa en su estrado, argumenta que al ciudadano que él mató lo sorprendió trabajando el día sábado, en franca violación al libro de Números 15: 32-35, y que él, como cristiano adventista y sujeto a que el ordenamiento jurídico nacional reconoce perfección en la Biblia, convino en privar de la vida a su víctima, como un tributo para honrar la palabra del dios suyo y del Estado dominicano?



miércoles, 25 de enero de 2017

¡Yo aplaudo a Trump! ¡Que viva Trump!

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

Todo indica que el Gobierno USA hará cualquier cosa que esté a su alcance para humillar a los latinos, y eso lo veo muy bien. Podría decirse que el escarnio inició con la eliminación del idioma español, de la web de la Casa Blanca. ¡Qué bueno!

Yo quisiera que desde USA haya una deportación masiva de latinos, sin importar su estatus migratorio.

Yo quisiera que Trump firme una ley que faculte a los militares gringos apostados en sus fronteras, a disparar a matar contra cualquier latino que intente ingresar a USA.

Yo quisiera que en cada uno de sus discursos Trump diga que el latino es basura... quisiera todo esto, porque así y solo así es que vamos a empezar a valorarnos y a valorar lo nuestro.

Así y solo así es que aprenderemos a ser cuidadosos a la hora de ejercer nuestro derecho al voto.

Así y solo así es que vamos a aprender a indignarnos y a tratar con desprecio a "líderes" como Leonel Fernández, como Hipólito Mejía y como Danilo Medina, o a farsantes como Agripino Núñez Collado y Ramón Benito de la Rosa y Carpio, el de las violaciones y asesinatos de niños del orfanato de San Rafael del Yuma, en Higüey.

Si los Estados Unidos de Norte América dejare de ser esa opción de escape para millones de latinos que huyen de sus respectivos países buscando una mejor vida, esos millones de latinos estarían obligados a ver la solución de sus problemas, en sus respectivos países.

Esos millones de latinos podrían ser el gran despertar para que aprendamos a comportarnos como ciudadanos; para que aprendamos a no vender la conciencia y a no transigir en el derecho a una vida digna.

Esos millones de latinos podrían ser el gran despertar para que aprendamos a infundir, si no respeto, mucho temor a nuestras autoridades.

Antes de cualquier latino peyorar contra Trump debería asegurarse de que en su país no se dé el fenómeno "República Dominicana", donde la idiosincrasia se prescribe en el “orgullosamente dominicano”, y ese parece ser el pretexto suficiente para darnos un Congreso Nacional que firma contratos "sin leerlos", un Palacio Nacional desde donde ministros y altos mandos de las Fuerzas Armadas disponen del patrimonio del pueblo como si se tratase de unos bienes que heredaron de sus padres, y una Suprema Corte de Justicia que vende sentencias a sicarios y que sus considerandos jamás llegan a motivar una condena contra políticos de relevancia, sin importar cuál crimen hayan confesado. 

Yo pienso que Trump puede ser la causa del surgimiento de una América Latina poblada de ciudadanos, y no de pedazos de carne con ojos, que eso es lo que somos.

Por solo citar un ejemplo, San Juan de la Maguana es un patrón demasiado común en toda América Latina.

Este es el caso: antes que ser ciudadano; antes que actuar como un ser humano; antes que tener un cerebro, para elegir a un Félix Bautista como tu senador, se necesita ser una bestia, no un ciudadano; se necesita ser una ameba, no un ser humano; se necesita tener en la cabeza una plasta de mierda, no un cerebro... en definitiva, se necesita ser indolente; se necesita no sentir, no padecer; se necesita ser una basura apestosa, y nadie quiere basura apestosa en su casa.

jueves, 12 de enero de 2017

Yo iré a la marcha del domingo 22 de este mes

Orbis Beltré
 Por Orbis Beltré

Desde que se anunció la marcha del domingo 22 de este mes me entusiasmé y dije que iría. Pero hace pocos días que leí un artículo en un medio digital, que decía que Luis Abinader iba para esa marcha; eso bastó para que yo me desinflara.

Yo, sinceramente, siento mucho odio, mucho odio del peor odio que pueda existir, contra cualquier "líder" del PRM, del PRD y del PRSC, porque son, ni más ni menos, igual de asquerosos que los "líderes" del PLD.

Que yo sepa, la única vez que he estado a pocos metros de distancia, de Hipólito Mejía y de Pepe Goico, fue en una protesta contra la corrupción judicial frente a la Suprema Corte de Justicia. Les juro que deseé tener un cinturón de explosivos ahí.
Cuando leí que Luis Abinader iba para la marcha del domingo 22 de este mes sentí rabia, porque esto es un insulto a la inteligencia. Entonces dije que yo no iría. Pero hoy rectifico, iré a la marcha.

Yo iré a la marcha del domingo 22 de este mes, aunque tenga que calarme ver allí a toda esta basura perremeista, perredeista, reformista o incluso peledeista.

Iré a la marcha aunque allí tenga que soportar ver a Leonel Fernández, a Víctor Díaz Rúa y a Félix Bautista.

No me importa que en la marcha tenga que soportar ver a Luis Abinader, a Francisco Domínguez Brito, a Reinaldo Pared Pérez, a Lucía Medina, a Mariano Germán Mejía o incluso al mismo Danilo Medina. 

Yo iré a la marcha del domingo 22 de este mes, aunque estas basuras humanas no quieran entender que esto no es un relajo, sino un proyecto de la mejor conciencia de un pueblo que se resiste a desaparecer en la irresponsabilidad y la angurria en que se prescribe el liderato politiquero del PRM, del PRD, del PRSC y del PLD. Iré a la marcha, yo iré a la marcha del domingo 22 de este mes!

¿Que por qué cambié de opinión y ahora iré a la marcha?

Iré a la marcha, porque cualquier dominicano que tenga dignidad debe confrontar, con los medios que tenga a su alcance, a basuras humanas como las mencionadas anteriormente, pero además a intelectuales que tienen los intestinos en la cabeza, que es el caso de Álvaro Arvelo hijo.

Obesrven lo que ha dicho hoy este intelectual llamado Álvaro Arvelo hijo, dizque aconsejando a Luis Abinader: "Luis Abinader, no asistas a la marcha contra la impunidad, no caigas en gancho. Quienes van a la marcha están en contra de las Plantas a Carbón Punta Catalina, porque saben que es un logro del PLD y para 10 millones de dominicanos; quienes van a la marcha están presionando para que les den cargos y contratas en el Gobierno".

¿Se puede ser más basura?