sábado, 1 de abril de 2017

Mi experiencia con la UASD

Orbis Beltré
Por Orbis Beltré

En el año 1995 empecé a estudiar informática a nivel técnico, en la UASD, en la facultad de ingeniería y arquitecta. Fueron mis primeros pasos en esa universidad.

De pronto, como acostumbro, quise socializar con los que entendía debían ser los estudiantes "crema y nata" de dicha universidad, pero ¡qué desilusión me llevé! Aquellos grupos estudiantiles, o eran perredeístas, o eran peledeístas, o eran reformistas, o eran comunistas, o eran derechistas, o eran izquierdistas.

En 1995, en los grupos estudiantiles de la UASD lo único que no se podía hallar era la sensatez. Y me di cuenta de lo dogmáticamente obtusos que eran algunos, cuando noté, por ejemplo, que efigies como las de El Che o Fidel Castro la veneraban como cualquier católico a la virgen de la Altagracia.

Ni hablar de las apologías de endiosamiento que escuché hacia un bandido como José Francisco Peña Gómez, el que apoyó que Balaguer fuera declarado "Padre de la Democracia" de nuestro país.

Cuando en el año 2001 ingresé como estudiante formal en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), mis sospechas de que esa institución era un fiasco más, se confirmaron. Uno de los documentos que me exigían para inscribirme, era un certificado médico. Pero no un certificado médico cualquiera, debía ser expedido por el consultorio médico de la UASD, firmado por uno de sus médicos.

Adivinen, fui a ese consultorio médico de la UASD, y después de pernoctar más de una hora en la fila para entrar a lo que yo entendía que iba a ser un examen médico... señores, aquello consistía en pagar 50 pesos por un papel que en menos de 5 minutos alguien, sin ni siquiera mirarme a la cara o tocarme, "llenaba" con mi nombre y mi número de cédula, seguido de un "goza de excelente salud física y mental".

Eso sucedía hace apenas 16 años, en una universidad que está llamada a formar profesionales con un alto concepto de la ética y la moral; eso sucedía hace apenas 16 años, en la universidad que muchos presumen como la "Primada" de América.

No estoy de acuerdo con que la UASD sea privatizada, pero esa universidad, si no es una pocilga cualquiera, se parece demasiado, en su administración, a esas desgracias que en República Dominicana se llaman "Institución Pública".


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