lunes, 22 de agosto de 2016

Hola patriota

Catalina Hooper Armenteros
Por Catalina Hooper Armenteros

A ti que tienes tus prioridades claras y sabes que el problema más grande que enfrenta el país es esta ola de inmigrantes y sus descendientes, que vienen a oscurecer con sus costumbres y negritud el impecable paisaje que es República Dominicana, que interfieren con tu día a día, que no te dejan vivir en paz y te causan una preocupación que carcome el alma, te quiero ayudar un poco. Después de todo, por más que has brincado y pataleado, por más que les has dicho que no, coño, que no pueden andar enseñando su bandera por ahí... eso de banderas y costumbres extranjeras es solo halloween y thanksgiving, y punto. Por más que les destruiste casas y filmaste tus abusos, y que linchaste a uno y lo dejaste colgado en un parque de Santiago a ver si por fin entendían...y ni así aprenden.

Hoy te invito a que pongas tu granito de arena usando el único lenguaje que se entiende en tu país: el dinero. Verás, tu dinero y como decides usarlo es lo único que verdaderamente le importa al gobierno ese que anda autorizando la destrucción de áreas protegidas para la producción de carbón (muy haitiano de su parte), y a esas empresas que han traído y siguen trayendo haitianos para que les trabajen.

Yo sé que te molestó muchísimo que sectores de la comunidad internacional hayan llamado a un boicot del turismo a la República después de que aprobáramos esa ley de inmigración que le quitó la nacionalidad a tantos miles de dominicanos descendientes de haitianos y que ha dejado a miles en una tierra de nadie alrededor de la frontera. Que no se metan que esto no es su problema. Pero ahora es a ti que te toca boicotear.

Te invito a que hagas tu tarea como buen patriota que eres, y dediques una parte de tu tiempo a investigar hasta dónde han llegado los tentáculos haitianos en tu vida diaria.
Comencemos por tu vivienda. Investiga si la constructora que la hizo empleó mano de obra haitiana, habiendo tantos dominicanos queriendo trabajar. Si la respuesta es sí, deja tu posición clara : devuelve el título, véndela o quémala, lo que tú quieras, pero coño, haz algo a ver si por fin entienden que no se puede estar trayendo haitianos así, aunque tengas que comprar una casa mucho más cara más para alante. Como patriota que eres, ese dinero no te va a doler, al contrario, sé que lo darás con gusto.

Cuando vayas a tu trabajo, averigua también si emplearon haitianos para trabajar en la construcción del edificio. Si te dicen que sí, mejor será que renuncies. Nada envía un mensaje más claro sobre tus convicciones que eso. Y por la patria uno hasta se muere... cambiar de trabajo es algo mínimo en comparación.

Cuando llegues a tu casa, abre tu nevera y tu despensa. Haz una lista de todas las empresas productoras de lo que consumes. Investiga si esas empresas dominicanas emplean haitianos también. Las que lo hagan, toma sus productos y échalos al zafacón, o dónalos si quieres. Después ve directo al supermercado a comprar todo de nuevo, pero esta vez que sea de marcas que estás seguro que no hacen lo mismo. Probablemente vas a tener que comprar productos importados o mucho más caros que los anteriores pero gran cosa... la patria vale más.

Repite este proceso con todo lo que se te ocurra que te rodea. Si no puedes, ya sea porque no te alcanza el dinero, porque no quieres vender tu casa, o porque al final del día, sencillamente no te importa beneficiarte del sudor de aquellos que tanto desprecias, mejor cállate y enfoca tu energía, tu resentimiento y todo ese odio en reclamarle al gobierno los crímenes que comete en tu contra todos los días, mientras se ríen con la muela de atrás viendo cómo te distraes cada vez que alguien usa la palabra fusión como si fuera el cuco.

Pasa buen día, patriota. Y comienza, que tienes mucho por hacer en nombre de tu patria querida.


1 comentario:

  1. Mi familia es dominicana, pero reside an Estados Unidos. He oído hablar del problema haitiano, pero tu artículo me parece estar llevando el asunto muy lejos.

    Tony

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