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Por Orbis Beltré
Después de la Odebrecht haber admitido que sobornó a
funcionarios públicos.
Después de la Odebrecht haber sido favorecida con la
figura jurídica procesal penal llamada “Criterio de oportunidad”, a cambio de
dar a la Procuraduría General de la República, información de calidad respecto
a quiénes fueron los sobornados.
Después de la Procuraduría General de la República haber
advertido que su dilación en accionar al respecto se debía a que estaba
instrumentando expedientes de acuerdo al debido proceso, para que tuvieran tal
fortaleza jurídica, que no se “cayeran” en los tribunales.
1- Considerando que en la medida de coerción el juez no
determina la culpabilidad o la inocencia de los encartados, sino que se limita
a hacer una valoración de los argumentos que presenta en este caso la
Procuraduría, que tratan de vincular a los encartados al hecho del que los
acusa.
2- Considerando que en la medida de coerción el mayor
cuidado del juez debe enfocarse en la valoración de los presupuestos que
presenten los abogados de la defensa en procura de demostrar el arraigo
suficiente de sus defendidos, arguyendo que estos no se sustraerían del proceso
que se les sigue, y por lo que solicitarían cualquier medida de coerción no
consistente en privación de libertad en perjuicio de sus defendidos.
3- Considerando que es un hecho incontrovertible que
todos los implicados en el caso “ODEBRECHT” tienen arraigo (riqueza material de
cualquier índole y crédito social en un muy amplio segmento de la población
dominicana), suficientes como para aplicarles cualesquiera de las medidas de
coerción del artículo 226 del Código Procesal Penal, excepto la número 7,
consistente en privación de libertad.
4- Considerando que el juez sabe lo expuesto en el
considerando inmediatamente precedente, pero que como juzgador tiene la
prerrogativa de tomando en cuenta el mucho poder de los encartados y las
consecuencias a las que se enfrentarían en un juicio de fondo, argüir que estos
podrían sustraerse del proceso, porque tienen los medios para lograrlo, con
tanta o más facilidad que como lo lograron a los franceses acusados de tráfico
internacional de sustancias contraladas.
Visto el aplazamiento injustificado del proceso de
medida de coerción que se le sigue a los encartados en el caso “ODEBRECHT”,
este ciudadano falla de la siguiente manera:
El Honorable Juez Francisco Antonio Ortega Polanco, ¡ya
está resbalando!
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