A propósito de que el nuevo Jefe de la
Policía se juramentó diciendo que enfrentará a la delincuencia en el terreno
que los delincuentes elijan; apropósito de que escucho a mucha gente arengar a
favor de que la Policía aplique "mano dura...", debo advertir que esa
política de "mano dura contra los delincuentes" no ha funcionado. Y
lo peor de todo es, que muchas veces la Policía, con tal actitud, ha terminado
disparando incluso contra cualquier ciudadano, por sospecha.
¿Se acuerdan ustedes de qué fue lo que dio origen a
aquella compaña que decía "Policía, no me dispare, que no me paro en lo
claro"?
Con
esta filosofía de “enfrentaremos a los delincuentes en el terreno que ellos
quieran”, han fracasado las gestiones de los últimos 10 o 15 Jefes de la
Policía, incluidas las gestiones de tres maestros del manodurismo, como lo
fueron Enrique Pérez y Pérez, Pedro de Jesús Candelier y Rafael Guillermo
Guzmán Fermín.
Para
los que arengan a la Policía a aplicar la "mano dura", les presento
este histórico reciente: ¿Se acuerdan de cómo miembros de la Policía, en un
allanamiento ilegal en Sosua, Puerto Plata, asesinaron a un ciudadano alemán y
se robaron dos cajas fuertes con millones de pesos? Hace muy poco que, un
coronel, dos tenientes coroneles, un capitán, un segundo teniente, un sargento
y un cabo, todos de dicha institución, fueron quienes atracaron a una ciudadana
en la Ave. Las Américas, Santo Domingo Este, y le robaron más de 300 mil euros.
Y
muy especialmente para quienes pretenden vendernos la idea de la necesidad de
un Pedro de Jesús Candelier en la actual jefatura de la Policía, esto: durante
la era de este trucupey uniformado, había delincuentes, en cantidades y tan
desafiantes como ahora. Y las ejecuciones extrajudiciales a través de los
famosos “intercambios de disparos” no cesaron. Este trucupey uniformado no se
cansó de matar, indistintamente, a cimarrones y a mansos. Al final nadie supo
qué pasó con Angito. Para aquel entonces, ni siquiera un todopoderoso como
Beauchamp Javier estuvo a salvo de la orgía de sangre que se danzaba en esta
selva que se llama República Dominicana.
A
mi honestamente, me apena ver a personas con formación académica, y que no son
parte de las mafias que nos gobiernan, pedir que se emule la conducta de un
asesino como Candelier, que si bien fuera cierto que en su gestión los
delincuentes "andaban planitos", él mismo nunca le pudo contestar al
Padre Rogelio Cruz, de dónde sacó tanto dinero como para comprar una villa
turística.
Entonces,
advierto, muchísimo cuidado con cómo le pedimos que enfrente a los
delincuentes, a una institución que como la Policía Nacional dominicana, muy
poca moral tiene para expresar repulsa contra el crimen organizado o
desorganizado.
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